Medium vintage Pu-Erh tea brick - Decor - God of Prosperity
Ladrillos antiguos de té Pu-Erh – Stock histórico de más de 20 años
Procedentes de un stock con más de veinte años, estos ladrillos de té Pu-Erh se elaboraron originalmente para degustación mediante el método tradicional de prensado en caliente. Hoy, su prolongado envejecimiento en bodega ha transformado su textura y perfil aromático: aunque ya no aptos para infusionar, desprenden una sutil fragancia de hojas de té maduras, eco olfativo de su maduración natural. Su silueta original y su pátina marrón rojiza atestiguan un largo afinado, convirtiendo cada ladrillo en una pieza histórica única.
Perfectos para decoración interior, estos bloques de Pu-Erh juegan con la luz y la textura: microgrietas, sellos originales de la plantación y marcas de compresión narran la autenticidad de su terruño de Yunnan. Colocados en una estantería minimalista, un pedestal de piedra o un soporte de madera cruda, crean un punto focal intrigante que combina estética oriental y encanto rústico. Su persistente fragancia de té envejecido invita a la contemplación: basta con pasar la mano para revivir la memoria de un té ancestral.
Origen & Envejecimiento natural:
Estos ladrillos provienen de las montañas brumosas de Yunnan, cuna ancestral del Pu-Erh. Tras el tueste de las hojas, los artesanos las prensaban en moldes de bambú antes de una primera cocción lenta. Almacenados luego en bodegas ventiladas, protegidos de la humedad excesiva y las variaciones térmicas, fueron desarrollando gradualmente una pátina oscura y una textura agrietada. Cada ladrillo encapsula más de veinte años de maduración, fruto de un delicado equilibrio entre oxidación y fermentación microbiana, que revela matices aromáticos intensos de té envejecido.
Exhibición & Cuidados:
Para mostrar estos ladrillos de té Pu-Erh como decoración, elige un expositor minimalista: estanterías de madera natural, pedestales de piedra o bandejas de metal cepillado. Dispónlos en pares o tríos para jugar con alturas y ángulos, resaltando sellos y detalles en relieve. Evita la luz directa del sol y ambientes muy húmedos para conservar su color y su característico aroma a té maduro. Un suave barrido con un pincel fino o paño de microfibra eliminará el polvo sin dañar su superficie frágil ni perder esa huella olfativa única.